Los pobladores fueron atraídos por estos servicios y pasaron a atenderse, la estrategia funcionaba; adultos, niños y hasta policías fueron atendidos; lo más importante es que todos aceptaban a que se realice una oración a favor de ellos, ya sea por su salud, familia o trabajo; una vez ubicados en las carpas de oración, puestos de rodillas, los hermanos oraban por las personas presentes.
El Pr. Alfonso Briceño, que vela por toda esta zona, comento que existe el temor humano por el reciente Tsunami ocurrido en Japón y la alerta de una repercusión en las costas del Callao, pero llenos de fe, y gracias a Dios, esta campaña se realiza con toda normalidad, fervor y sobre todo llenos del espíritu santo.
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